La Calidad de los Programas

Asumiendo que el programa haya cumplido los objetivos y que los recursos utilizados en el mismo hayan sido empleados eficientemente, queda aún una dimensión adicional por validar: “la calidad del programa”; se podría pensar que la eficacia y la eficiencia son parte de la calidad, pero en el modelo mostrado arriba se usa a la calidad como un mecanismo donde se integran todas aquellas dimensiones que no se contemplan al evaluar la eficacia y la eficiencia principalmente en términos de la percepción de los usuarios acerca de al menos cuatro dimensiones no necesariamente independientes una de las otras, siendo la primera la ejecución en tiempo del programa, la cual puede ser evaluada en términos de la puntualidad o la espera que tuvieron que hacer los usuarios; la segunda dimensión es la actuación del personal en términos de su capacidad, amabilidad, empatía y conocimiento; la tercera dimensión es la facilidad de acceso, la cual puede ser evaluada en términos de las dificultades encontradas y la claridad de la comunicación; y finalmente la cuarta dimensión son los recursos que los usuarios del programa tuvieron que invertir para obtener los beneficios del mismo, generalmente establecida en términos del tiempo invertido y en su caso el costo en que incurrieron.
           Afortunadamente existen varios esquemas que pueden adaptarse para la medición de la calidad de los programas si “calidad” se define tal y como se describe en el párrafo anterior; estos esquemas han sido desarrollados para enfrentar la medición en la llamada “calidad en el servicio”. Por lo tanto es aconsejable analizar las mediciones que ya han sido desarrolladas ya que muy probablemente algunas de ellas puedan ser utilizadas para obtener la información requerida en la evaluación de la calidad del programa.

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